miércoles, junio 20, 2012

Coplillas del reo amante



Al oído quiero decirte
todo lo que nunca digo,
que no es poco, mi niña,
pues es tu amor lo que pido.

No hay mujer como tú,
tan elegante y garbosa.
Tu mirada es tal que el mar:
la inmensidad hecha olas.

No me juzgues por osado
pues no soy sino un cobarde
que suspira por tus besos,
prisionero de tu cárcel.

Lanzo yo todos los tejos
con tal que me dés la llave.
¡Qué te cuesta dejar libre
a este corazón que arde?

Dime que también me amas
¡oh, mi dulce carcelera!,
podré redimir mi culpa
si me permutas la pena.

No es lo mío un delito.
Se han visto peores males:
los que causa tu belleza
no hay quien los repare.

Así malgaste mi vida,
no dejaré de decirlo:
por ti daría mi alma
al diablo más temido.
 
(c) Neuromante 2012